lunes, 27 de agosto de 2018

Culto a Rasputin III parte


Con la idea de liberar a los gobernantes de Rusia de la nefasta influencia de Rasputín, y así restaurar el justo cauce de las cosas, se tendió una trampa al monje.  Para esto se le expediría una invitación para que este se presentara al palacio de Yusupov  bajo la excusa de entregarle carnalmente a la joven esposa del príncipe Yusupov. Una vez logrado este primer hito se le conduciría a una catacumba previamente acondicionada para aparentar ser una sala común, donde se encontraba servido un exquisito banquete junto al tradicional samovar. Ahí el gigante místico seria apropiadamente envenenado. Yusupov había mencionado que de no acabar con Rasputín, llevaría a la abdicación del Tsar y Rasputín quedaría convertido amo y tirano de toda Rusia. Bajo esta circunstancia y peligros, defendiendo el escudo real, y tomando la responsabilidad también por la vida del joven príncipe que quedaría desamparado de su salvador.
Una vez que Rasputín tomo asiento en el centro mismo de la trampa, se le ofreció, mientras esperaban a la princesa,  servirse buen té y disfrutar las delicias que se habían preparado para recibirle. Rasputín opto por tomar una serie de vasos de vino acompañados con variadas galletas, todos estos alimentos generosamente combinados con cianuro.  Grande fue la sorpresa de los perpetradores  cuando el veneno en grandes cantidades no hacia ningún efecto en su víctima, más bien pareciendo espolear su embriaguez y cordialidad. El príncipe Yusupov lo comentaría en sus memorias del evento así:” Este demonio que moría envenenado, que tenía una bala  en el corazón, debe de haber sido traído de entre los muertos por los poderes del mal. Había algo monstruoso en su manera diabólica de resistirse a morir.
Fue entonces cuando Yusupov tomo un revolver alcanzado por Pavlovich, inmediatamente hizo fuego sobre el abdomen del monje. Este cayo doblado en dos, creyéndolo muerto el príncipe procedió a verificar el deceso, se llevó un brutal empujón de Rasputín que se reincorporaba y huía presa de una furia sobrehumana. Sus victimarios lo alcanzaron a las orillas de un lago congelado y cuando tuvieron la oportunidad descargaron cuatro nuevos disparos sobre el monje místico, pero aun así se dio una lucha en la que Rasputín caería al interior del agua donde se debatiría aún con salvajismo antes de sucumbir finalmente al agua helada y el hielo. Cuando la Tsarina se enteró de la noticia, demando la muerte de los perpetradores. Que a sus ojos no habían salvado a la Rusia imperial de la influencia de un lunático sino ha asesinado a su hijo. Finalmente fue disuadida, Yusupov y los demás conspiradores, respiraron tranquilos y se levantaron triunfantes, pero a pesar Rusia sucumbió y no volvería a ver a la familia real que fue muerta, a tiros, puñaladas o a golpes.
Grigori Yefimovich Novykh que comenzó su vida  como un campesino vagante, y termino en poder de la familia Real, solo para que este poder lo llevara a una terrible final. Un hombre que para algunos parecía ser un regalo de dios era para otros la encarnación de un demonio cuyo único propósito era la destrucción del imperio.






Fin de la ultima parte.





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